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APTA acelera la comercialización de tecnologías de la UdeC a través de su programa Fill the Gap

Consiste en un probiótico que previene la infección ocasionada por el Helicobacter Pylori y un repelente natural contra escarabajos que dañan la madera aserrada de exportación.

Dos tecnologías desarrolladas por investigadores e investigadoras de la Universidad de Concepción formaron parte de la primera versión de Fill the Gap (FTG), un programa diseñado e implementado por hub APTA. Su objetivo es acelerar la negociación y comercialización de soluciones de alto impacto, provenientes de sus universidades socias y con el cual pretende acortar las brechas relacionadas con la madurez, financiamiento y cooperación tecnológica.

Se trata de un probiótico capaz de prevenir la infección ocasionada por el Helicobacter pylori (causante de enfermedades como úlceras gástricas y gastritis, entre otros) y un repelente natural contra escarabajos que dañan la madera aserrada de exportación. Ambos equipos desarrolladores, gracias a su paso por el programa, lograron reactivar su vinculación con empresas y conectarse con nuevas, para continuar su camino hacia la comercialización, incorporando a su propuesta de valor la mirada de la industria.

“Para la Universidad de Concepción y la OTL (Oficina de Transferencia y Licenciamiento) es muy importante contar con un programa como FTG, porque justamente permite cerrar brechas en la construcción de un mejor paquete tecnológico para la transferencia, de acuerdo con ciertas condiciones y requerimientos que tiene el sector productivo. No existe una disponibilidad de recursos a nivel institucional ni público para hacer proyectos de corto aliento, pero focalizados para cerrar esas brechas. FTG ha venido a cubrirlas, facilitando la realización de ensayos importantes a nivel piloto, que pueden mejorar la apreciación de los resultados por parte de los sectores productivos y hacer una validación en terreno (…) Programas como este, nos apoyan y aceleran el proceso de la transferencia tecnológica”, valoró la directora de la OTL UdeC, Andrea Catalán.

El desarrollo del probiótico para prevenir el patógeno Helicobacter pylori fue liderado por la doctora Apolinaria García Cancino, académica e investigadora del Departamento de Microbiología de esta casa de estudios. La científica destacó que FTG les ha permitido avanzar en lo que justamente necesitaban: vincularse con empresas interesadas en licenciar el producto y mejorar su tecnología, según los requerimientos de la industria. “Nos está ayudando a hacer algo que a los científicos nos cuesta bastante, que es vincularnos con el área comercial y aterrizar las opciones para que esta investigación pueda llegar al mercado y por, sobre todo, que la sociedad cuente con soluciones amigables y potenciar la salud de quienes más lo necesiten”, explicó.

Se estima que cerca de dos tercios de la población tiene la bacteria Helicobacter pylori, responsable de infecciones con distintas sintomatologías, que pueden llegar a transformarse en un cáncer gástrico. De ahí la importancia del trabajo desarrollado por el equipo de la doctora García, pues este probiótico podría disminuir la probabilidad de contagio.

Esta innovación ha sido fruto de un trabajo de aproximadamente 16 años de investigación, desde estudios in vitro, in vivo y en personas. Una idea que nació del deseo de “ayudar desde la ciencia” y que actualmente se encuentra en conversaciones con empresas nacionales e internacionales interesadas en licenciar la tecnología. Gracias al apoyo del Fill the Gap pudieron concluir las pruebas de escalamiento, producción y envío de muestras, preparación del dossier técnico y un informe de libertad de operación de la propiedad intelectual. Además, se le otorgó la patente que involucra el uso de esta cepa para combatir las infecciones por H. pylori, un gran hito para la investigación.

Por su parte, el doctor José Becerra Allende, investigador a cargo del repelente natural para el control del escarabajo de la madera aserrada de exportación, valoró que FTG haya creído en su tecnología, “su apoyo nos ha permitido comprobar algunas de las acciones de nuestros repelentes y eso nos da seguridad para su transferencia e introducción en el mercado”.

Anualmente, los escarabajos generan pérdidas a la industria forestal de aproximadamente US$3 millones. Muriel Sandoval Latif, gestora tecnológica, explica que esto se produce porque es considerada una plaga cuarentenaria en los mercados de los países a los que Chile exporta madera cerrada. La presencia de estos insectos en algún container de exportación ya sea vivo o muerto, implica el rechazo y la devolución de todo el envío, lo que afecta a la industria forestal, debido al cierre de estos mercados. Actualmente dentro de las actividades ejecutadas por medio de Fill the Gap, se están probando nuevos formulados combinando una tecnología propietaria de la empresa interesada con la del equipo UdeC en aserraderos de CMPC.

Frente a esta realidad, “es un gran logro introducir en el mercado un producto natural, que es capaz de repeler el escarabajo de la madera aserrada, ya que incluso podría tener aplicación en el control de otras plagas, tanto forestales como agrícolas”, comentó Becerra.

Por lo antes mencionado, Claudio Rojas, gestor tecnológico de la OTL-UdeC, valoró el apoyo del equipo APTA en el seguimiento del cumplimiento de actividades, pues imprime un cierto dinamismo al proceso y motiva a los investigadores a hacer este último esfuerzo por entregar las validaciones solicitadas por los potenciales licenciatarios. “Como veían el interés real de la empresa, se imaginaban ya el producto impactando en la sociedad, que es con lo que todo investigador sueña”, concluyó Rojas.

“Nuestra labor desde APTA ha sido ser un articulador del proceso de validación y un intérprete de lo que realmente la industria requiere. Luego de entender cuáles son los riesgos que los potenciales licenciatarios perciben, hemos coordinado lo que necesitan probar para dar el salto y tomar una decisión clara si adoptar o no la tecnología. Cuando ha sido favorable, nosotros nos aseguramos de que se concrete y se cierre el acuerdo”, sostuvo el coordinador de Innovación de APTA, Javier von Marées R.

Fill the Gap apoya cinco tecnologías próximas a ser transferidas, las cuales reciben $20 millones ($100 millones en total) y acompañamiento para la realización de actividades relevantes en la conclusión de acuerdos comerciales o con el propósito de avanzar en su validación tecnológica. Esta es su segunda versión, tras los buenos resultados de la primera realizada en 2021.

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